vive agazapado en las sombras de mis rezos,
pasea en ese escaso margen de fe entre lo que pido
y la certeza de que alguien te hará feliz muy lejos de mí.
Aunque es evidente que con el amor no lo he logrado,
porque vive, crece y se cuela por mis poros cuando quiere.
Lo miro y lo acaricio con toda la ternura que tengo
se afana en ser como tú mi cielo, libre, fuerte, sin apegos.
Destrona sin esfuerzo mis otros quereres
no sabe aguardar a su turno en mi mente
irrumpe con fuerza llenando mi alma que saborea
cada una de las ilusiones que por ti crea.
Otras veces percibo tu ausencia como un cachetazo
que comprime mi pecho, hablo de esa sensación de abandono
que solo es culpa mía por querer lo imposible .
Todo pasa dicen , el tiempo lo cambia todo,
solo quisiera saber cuanto tomará dejar de necesitarte,
de lo demás no me hago ilusiones,
porque dejar de amarte sería morir, mucho o poco,
no sé cuanto pero no quiero averiguarlo.
Solo hay una cosa que siempre te pediré:
Cuando ya no me quieras , dímelo, dímelo sin delicadezas
que no te importe lo que haga en mí.